01 marzo, 2010

Preposiciones



Al escribir acerca de la diferencia que existe en el homónimo saber y como consecuencia la distinción entre conocer y gustar, recordé esta cita (énfasis añadido, negritas de la fuente):

-¡Qué bueno que fueras a buscar a Quentin!
-¿Bueno? -exclamó ella- ¡no lo fue para mí! ¡Oh, Anthony!
-Sí, lo fue -respondió él- .Al menos fue bueno de tu parte.
¡Qué preciso ha de ser uno en el uso de las preposiciones! Quizás fuese una mala preposición lo que hizo que el mundo se descarriara.

Charles Williams, The Place of Lion (traducción al español del libro Desiring God de John Piper)

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