17 mayo, 2011

¿Quién es Dios?



Después de una pequeña pausa ante la pregunta respecto a ministerios hacia los encarcelados, lo cual, curiosamente fue un día antes que en Costa Rica un ex-presidente se librara de la misma y en La Reforma se armara un intento de fuga, el título de hoy se debe a la continuación de las preguntas que se hicieron al final de la primera entrada sobre la humildad.

De hecho, pensé en cambiar el título, es osado. No se puede pretender contestar esa pregunta en pocos párrafos, sin embargo, es de notar que los autores humanos de la Biblia, a pesar de estar separados geográfica, cultural y temporalmente, estuvieron de acuerdo en el tema. Sí, puedo ser acusado de presuposición, de lo contrario, ¿por qué habrían tantas denominaciones cada una con su concepto y que además, afirma ser la correcta?

Variando entre aquellos que tienen un dios que es más digno de lástima que uno realmente soberano, o aquellos que lo tienen como un ente aparte que no se involucra en los negocios humanos y al cual no hay cuentas que dar y muchas más, al menos, hay un manojo de atributos en los cuales, al menos por nombre, parece existir consenso. Por ello, escuchamos Dios es amor (el más común, manipulado, favorito, en fin), es santo, es justo...

El caso es que al examinarlos escrituralmente, tenemos que reconocer que la distancia entre Su persona y la nuestra es infinita, la reacción no sería muy distinta al de caer postrados o como muertos. Lo contrario no sería el reconocimiento de nuestra pequeñez e insignificancia a Su vista y el comportamiento correspondiente a esa conciencia.

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