24 mayo, 2011

Rapto



El rapto y el fin del mundo es lo de hoy. No, la verdad no, ¡hablar de eso es tan del 21 de mayo del 2011! Mejor esperemos la siguiente profecía, da igual la fuente.

Entre Harold Camping con sus fallidas fechas y Rob Bell con universalismo, se ha puesto de manifiesto el daño que causa la falsa enseñanza enmascarada de cristianismo.

Sí, me causó gracia y desazón, bromié pero ya es un capítulo que debe ser superado. Pongamos esto en claro, no creo en un rapto, no obstante la pregunta de fondo y crucial es, ¿cuántos creen en la segunda venida de Cristo? Es una diferencia entre la mera alegoría y afirmar que él está vivo.

17 mayo, 2011

¿Quién es Dios?



Después de una pequeña pausa ante la pregunta respecto a ministerios hacia los encarcelados, lo cual, curiosamente fue un día antes que en Costa Rica un ex-presidente se librara de la misma y en La Reforma se armara un intento de fuga, el título de hoy se debe a la continuación de las preguntas que se hicieron al final de la primera entrada sobre la humildad.

De hecho, pensé en cambiar el título, es osado. No se puede pretender contestar esa pregunta en pocos párrafos, sin embargo, es de notar que los autores humanos de la Biblia, a pesar de estar separados geográfica, cultural y temporalmente, estuvieron de acuerdo en el tema. Sí, puedo ser acusado de presuposición, de lo contrario, ¿por qué habrían tantas denominaciones cada una con su concepto y que además, afirma ser la correcta?

Variando entre aquellos que tienen un dios que es más digno de lástima que uno realmente soberano, o aquellos que lo tienen como un ente aparte que no se involucra en los negocios humanos y al cual no hay cuentas que dar y muchas más, al menos, hay un manojo de atributos en los cuales, al menos por nombre, parece existir consenso. Por ello, escuchamos Dios es amor (el más común, manipulado, favorito, en fin), es santo, es justo...

El caso es que al examinarlos escrituralmente, tenemos que reconocer que la distancia entre Su persona y la nuestra es infinita, la reacción no sería muy distinta al de caer postrados o como muertos. Lo contrario no sería el reconocimiento de nuestra pequeñez e insignificancia a Su vista y el comportamiento correspondiente a esa conciencia.

10 mayo, 2011

Cárcel



Por más evidente que sea la contradicción de ideas que estemos presentando, no las vemos hasta que alguien nos haga caer en cuenta del error.

El escenario: Estamos en medio de una serie de lecciones sobre el Fruto del Espíritu, habiendo abordado el tema del amor, y que este atiende las necesidades tanto físicas como espirituales, no solo de creyentes, sino también de los pobres en general y de nuestros enemigos (no hay un "aplican restricciones" en "Amarás a tu prójimo").

Leyendo Hebreos 10.34, surgió la pregunta: ¿Quiénes son esos presos? Leí el contexto brevemente y concluí que debían ser creyentes, dado que "ellos llegar a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante". Entonces, vino la siguiente pregunta: ¿Debemos dar de nuestros bienes a los que están en las cárceles a pesar de que hayan cometido (inserte el delito de su preferencia aquí)?

Si respondo que no, ¿no estoy contradiciendo o no atenta contra el amor al prójimo?

Muchos han argumentado la existencia de un ministerio específico de visitación a las cárceles por las palabras de Cristo en Mateo 25.31-46, pero, ¿quiénes son esos pequeños? Son creyentes. Sin duda, debemos cuidar y atender de quienes por causa del Evangelio y persecución, son presos injustamente. Sin embargo,¿qué de los demás?

John W. Sanderson, en relación con el cuidado de los pobres muy acertadamente dice: "Los grupos cristianos contemporáneos deberán usar su ingenio y santificada imaginación para ejecutar este mandamiento".

¿Por qué Sanderson lo dice? La afirmación del autor viene justamente porque los gobiernos asumen esta responsabilidad, o más bien, de nuestros impuestos mantienen las cárceles. Si bien, no son hoteles de lujo (aplica en el caso de casa por cárcel para los políticos en CR), sus necesidades de alimentación y techo son suplidas. Bien que mal, la prisión es un medio de justicia de nuestras autoridades y los presos no deberían esperar algo mejor que pan de aflicción y agua de angustia.

En resumen, no tengo una respuesta concreta, y estoy deseoso por saber sus ideas al respecto.