Hoy escuchaba la procesión que pasaba cerca de la casa, con música triste. Esto me recordó las palabras de un pastor hace unos años, sobre esta incongruencia entre el viernes y domingo santos, primero todos tristes, presentando un Cristo derrotado y el domingo, ahora sí, un Cristo vencedor.
Por supuesto esto no es minimizar los sufrimientos de Jesús, la humillación está llegando a su punto cumbre, pero está lejos de ser un día de tristeza y derrota para su pueblo. Sus palabras "¡Consumado es!", la vindicación del nombre y la justicia de Dios, la completa anulación del acta de decretos y pecados es para celebrarlo, en el cumplimiento del tiempo, según fue determinado: ¡Injustos fueron declarados justos!
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