08 octubre, 2013

Rechazo



Esta es una entrada como otras dos que han estado almacenadas como borradores por mucho tiempo, las cuales ahora, con unos ajustes de horario espero poder publicar.

Semanas (ahora meses) atrás fui a solicitar por segunda ocasión la visa para ingresar a los Estados Unidos con motivo de las opciones que estaba considerando con mi entonces prometida para la luna de miel.

La visa me fue denegada y aunque no es una experiencia agradable, y lo lamenté más por la ilusión de ella que por mí, lo acepté como Dios en su providencia sabiamente entendió mejor.

Además, el hecho que lo que presenté no fuera suficiente para demostrarle al entrevistador que tenía los lazos más que necesarios para regresar a mi país, proveyó la oportunidad para reflexionar en los pasajes de Nehemías 7.61-65 o Esdras 2.61-63. El año pasado escuché una motivación para cuando uno tenía que leer esas largas listas de nombres y en el caso de esos pasajes dijo: "Imagínese que usted era uno de esos y que su nombre no fuera leído".

Más que no fuera leído teniendo la expectativa que uno formaba parte de ella. Tal impresión es la que acontece en el conocido pasaje de Mateo 7:

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Estos hombres son comos los que no pudieron demostrar que eran parte de la genealogía, y sin embargo, parecían parte del pueblo, tenían familiares que eran parte del pueblo, hasta entonces participaron en actividades propias del pueblo y no obstante, no podían probar que eran parte de este.

Para muchos, no hay interés en buscarse en el libro del pueblo de Dios o también, el libro de la vida, porque se niegan a esta realidad, pero escribo esta entrada más por el bien de quienes como yo mismo estuve años atrás, viven bajo el manto de una profesión cómoda de un credulismo fácil, blando, que cede y que tiene su confianza en su moralidad, apariencias externas, una justicia propia y no en el único Mediador, el Señor Jesús, cuya justicia perfecta imputada en favor de uno es la única esperanza de reconciliación.

p.d El pasaje de Nehemías provee la oportunidad de hablar sobre la membresía a una iglesia local, les recomiendo la serie por Eduardo Flores.

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