Prólogo
"Yo me sentiría como un perro"
Esas fueron las palabras de mi papá, las cuales en última instancia, me hicieron caer en cuenta de lo que estaba ocurriendo en este lugar. Porque de una u otra manera, la situación de esa vecina no era exclusiva. Bastó que mentalmente repasara cada hogar, bueno, casa por casa y notar el patrón: ya no eran lo que solían ser al momento que los conocí. Podríamos hablar de degradación, de un constante declive, degeneración, destrucción. ¿Drámatico, exagerado? No lo sé, quizá entre ellos mismos, la perspectiva del uno con respecto a la del otro es que al menos no están como fulano o que están mejor que todos esos zutanos.
Cegados a sí mismos o resignados tal vez, pero incluso para alguien que no se involucra en las situaciones ajenas, era evidente. No tenía que ir a buscar el chisme, este está servido en bandeja, por que es más, al igual que ellos, por qué pensar que también escaparía a lo que sucede. No sé si habrá final feliz, es más si habrá final, pero mientras colecciono escenarios, la respuesta es la misma: este lugar está consumiendo a sus habitantes.
Continuará...
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